viernes, 29 de octubre de 2010

motivación

Al hilo de nuestra compañera Carla, os relato  una parte corta de mi vida académica, con una breve y simple reflexión


    Recuerdo mis últimos 3 años de colegio donde sentarme en aquel pupitre hasta la hora de comer me resultaba bastante incomodo, me pasaba las horas haciendo dibujos, copiando ejercicios, simulando que atendía, esos si, todo sin molestar a los profesores. A medida que pasaba el curso se me iba juntando todo el trabajo que no había hecho y al final pasaba lo que tenía que pasar, que suspendía casi todo y lo que no (exceptuando educación física)era porque había desarrollado el arte de escribir en miniatura, en papeles minúsculos y sacarlos el día de los exámenes.
      
      No tenia motivación ninguna, hasta que un buen día me apuntaron a una academia y ahí descubrí a la profesora que mas me marco, pues me daba matemáticas y pase de no entender nada a que me gustasen las matemáticas y cogerle hasta gusto, tanto es así que logre sacar 7,8 incluso 9.
       Al aprobar selectividad en septiembre, mi elección fue ir a la universidad y estudiar educación física, la cual saque casi sin ninguna complicación, en esa época reflexione y me pare a pensar porque me gustaban las matemáticas, no me había costado “nada” sacar la carrera y tantos quebraderos de cabeza BUP,  COU y selectividad.
     
      Llegué a una conclusión simple y fácil, mi profesora de academia me enseño a entender matemáticas, me las enseño como un reto, como un juego y la licenciatura me motivaba, me gustaba y por eso no me costaba tanto trabajo, mientras en mi etapa negra del colegio la desmotivación empezaba a las 8:45 de la mañana y terminaba a las 14:45 de la tarde (mas o menos) por eso creo que una de las claves fundamentales para sacar el máximo rendimiento de nuestros alumnos o futuros alumnos es sin duda motivarles.

Buenas noches.
Pablo del Corral.  

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