Dado que estos días hemos hablado del horario español y acabo de encontrarme esta reflexión os la dejo El horario contra natura español aunque no me parece que el cambio del huso horario sea la única razón. pues si vemos el mapa de horarios podemos observar que en Islandia tienen casi 2 horas de diferencia con el horario natural.
Hablando desde mi esperiencia personal, creo que la diferencia horaria a la hora de empezar a trabajar no es tan grande como la hora en la que nos vamos a acostar. En Francia cuando dices que duermes menos de 8 horas se echan las manos a la cabeza, para ellos es impensable dormir menos de 9 horas. En Bélgica más de lo mismo, en mi Erasmus allí pude observar que las clases empiezan a la misma hora pero terminan casi dos horas antes, estar en clase más allá de las 8 es imposible. Por no hablar de la educación primaria que es de 8:30 a 12:00 y no tienen más clases en todo el día.
Una amiga francesa, siempre que vuelve a Francia dice que ella sería incapaz de trabajar en España, no puede comprender cómo acostandonos a las 12 de la noche somos capaces de ir a trabajar al día siguiente a las 8.30h.
Clara Salamanca Fernández
No sabía que al final todo fue por culpa de Franco...no nos lo quitamos de encima ni de coña...
ResponderEliminarPues yo estoy super contenta con el horario español, qué queréis que os diga!?En el verano aprovechamos muchas más horas de Sol que en resto de los países. Y creo que debemos serguir haciéndolo. Nuestra economía está basada en el sector servicios, no está en la industria como es el caso de Alemania. Si vivimos del turismo, no podemos cerrar las cafeterías ni restaurantes a la 22 de la noche, que es cuando mejor se está...Imaginaros una playa de Benidorm, llena de gente, después de 38º C y una humedad del 90%, y cerramos a las 22, que es cuando la gente puede empezar a vivir un poco (antes debe ser un infierno).
ya que todo el mundo cuenta experiencias personal, yo también voy a contar una mía. Viví en Oporto durante 5 años de mi vida, una ciudad que durante el día alcanza una población de casi 3 millones de habitantes (gente que va a Porto para trabajar)como el total de Galicia, pero que llegadas las 19:30...empiezan a esfumarse. A la noche se van a sus casas situadas en las "ciudades dormitorio" como Gaia, Matosinhos, Maia, Póvoa de Varzim, Vila do Conde, Esposende....etc. A partir de las 20 horas, NO HAY NAIDE POR LA CALLE....mi primer año, salía de estudiar de la escuela a las 21 de la noche, y me tenían que acompañar a casa...por que aún por encima no es una ciudad muy segura. Con este cambio horario, que hicimos hace una semana, en Portugal a las 16:30 empieza a anochecer...lo juro!!17h noche cerrada. Están locos estos portus!
Eso sí, a las 14h de la tarde están dando clase, y solo tienen media hora para comer...vamos, que curran como todo Di...s, perdón que está aquí el Papa
Brenda Vidal
Estoy de acuerdo con Brenda en cuanto a aprobechar las horas de sol, pero, para que, si total entramos a trabajar de noche y salimos de noche... ¿?¿?¿?¿¿ No tenemos tiempo para disfrutarlo,no tenemos tiempo para hacer vida social, por eso a las 22 horas, es cuanta mas gente hay, porque es la hora a la que salimos de currar. Lo que pienso es: que mas horas de trabajo que horas de descanso, no es vida. Y los del norte, que tienen menos horas de sol ya lo aprendieron hace tiempo.
ResponderEliminarHemos arrancado las estatuas de Franco ¿¿¿Y no cambiamos sus sistema laboral??? Este pais siempre empieza las casas por el tejado... si alguien cree que una casa se puede construir asi... ¡¡que despierte ya, porque esta soñando!!
Alba de Alba
Brenda yo tambiéne estoy encantada con el horario español, es más yo voto porque nos pongan una hora más porque esto de salir a hacer el descanso a las 18:30 y que sea de noche me da una depresión.
ResponderEliminarAdemás como has dicho en más de media España es imposible sobrevir en las horas centrales del día durante los meses de verano.
Y para suplir las horas que no dormimos durante la noche ya tenemos una cosa que se llama siesta y que es estupenda.
Clara Salamanca