sábado, 13 de noviembre de 2010

Y bien alumno, ¿qué quieres saber?


Le estuve dando bastantes vueltas al tema, contrastando opiniones con testigos… (…en realidad, son amigos míos, pero como han vivido la experiencia, prefiero darles un toque de misterio profesional para que así leáis el post…) y sin extenderme demasiado, espero ser más o menos completa. Os voy a exponer un poco el curioso modelo pedagógico que sigue el centro O Pelouro.

La escuela fue fundada en el año 1973 por la psicopedagoga Teresa Ubeiga y el neuropsiquiatra infantil Juan Rodríguez de Llauder en Caldelas de Tui. El centro se asentó a orillas del Miño, sobre uno de los antiguos hoteles cercanos al balneario. Tras su época de esplendor, el hotel fue restaurado y hoy día forma parte de los aproximadamente 10.000 metros cuadrados, rodeados por robles y castaños, que conforman la abadía de O Pelouro.

O Pelouro ofrece de Educación Infantil a Secundaria, así como Formación Profesional siendo además centro de empleo para mayores de edad.

El principio fundamental de la escuela se basa en proporcionar una educación centrada en el niño, que apuesta por el aprendizaje y el desarrollo desde la diversidad. Se propicia de esta manera la integración saludable de niños sin ningún tipo de dificultades, con otros que si las tienen, como las que responden a déficits psicosociocognitivos y trastornos generales del desarrollo como pueden ser Autismo o Down, o con niños, por ejemplo, superdotados.

Por otra parte se desarrolla un modelo que es contrario a la Escuela del contenido, sino que lo que se prima es la experiencia activa y vivencial de aprendizaje, además de la dimensión emocional y imaginativa del niño. Quedan fuera la rigidez organizativa y los horarios estrictos. Dentro de las horas de clase no hay unas asignaturas prefijadas que dar. Cada mañana Teresa y Juan dirigen la Asamblea en la que participa toda la comunidad educativa. En ella los niños, con las propuestas de los profesores, eligen las actividades que desean desarrollar ese día, basado también en las propias inquietudes que pueden tener los alumnos. Cada tema tratado no nace de una asignatura sino de una inquietud, por lo que el contenido a desarrollar recorre y atraviesa materias, es decir, es interdisciplinar. Más allá de las materias, se pretende conectar el conocimiento con la práctica, fomentando la motivación por querer saber. A cambio al alumno se le ofrecen recursos y personas que le ayudan a desarrollar su proceso de aprendizaje en relación consigo mismo y con los demás.

Al contrario que la escuela tradicional, en las aulas, los alumnos no tienen porque pertenecer al mismo curso. Tampoco se frenan las posibilidades del niño al aprendizaje en el caso de que un niño quiera adquirir más conocimientos sobre un tema. Os pongo un ejemplo práctico que conozco: un niño que en 3º de primaria ya hacía potencias.

Los niños aprenden sin la cantidad de horas y la falta de flexibilidad de la escuela tradicional. Dentro de estas horas se incluyen, por ejemplo, sesiones de psicodanza, visita a las huertas o a las cabañas de animales, donde muchas veces se desarrollan las naturales o, ¿porqué no aprender taekwondo o a hacer pasta italiana?

Bueno, ya para terminar (que ya es tarde) indicar que se trata de un centro concertado, dependiente de la Xunta. Como tal, debe enmarcarse al currículum común. Quizás, con lo que más nos encontramos, son con currículums que limitan al centro y no con centros que dinamizan sus currículum… Especialistas de todas partes han visitado ya el centro. No es nada raro que suene The Wall en las clases. Testimonio de testigo.

Aquí os dejo el link del centro, aunque la página fallaba un poco estos días:


¿No os hubiera gustado estar en un cole donde os hubieran preguntado qué os interesaba aprender? ¿Aprenderíais de la misma forma, con las mismas ganas?
Opiniones abiertas.

Un saludo,

María  

4 comentarios:

  1. A modo de apunte, un copia y pega:

    Acerca de la inclusión en las clases de todo tipo de niños, con dificultades y sin ellas, me he encontrado esto en la web.


    “Luis, el profesor de ciencias naturales, con más de 20 años de experiencia docente en escuelas privadas “normales” y ahora ya cuatro años en O Pelouro, me explica que en sus clases él sabe que sólo le van a seguir al cien por cien una minoría de alumnos, pero que luego éstos van a ayudar al resto a asimilar los contenidos impartidos. De esta manera todos ganan: los que llegan, porque al explicar lo aprendido refuerzan sus conocimientos, y los que no llegan, porque reciben en un lenguaje más próximo las enseñanzas. Los éxitos les avalan, prácticamente no hay fracaso escolar y en los estudios postobligatorios los estudiantes demuestran que están muy bien preparados. Respecto a los chavales con algún “problema psíquico” los resultados han sido tan satisfactorios que varios especialistas europeos han pasado por la escuela para estudiar el método psicopedagógico”


    Maria

    http://www.cronicasalmargen.info/2008/11/o-pelouro-otra-educacin-es-posible.html

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  2. ¡Caray, que original!
    Esto último que has puesto es interesante, también.

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  3. :) A mi me intrigaba un poco como era el paso de un sistema tan flexible al sistema de la escuela convencional, y todos coincidieron en que en el cambio no tuvieron ningún tipo de dificultades, ni de comportamiento ni académicas...

    María

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  4. Me parece muy interesante, además es un buen camino para la integración real de alumnos con necesidades específicas, ya que por lo que cuentas en ese colegio no es que haya niños con necesidades específicas es que todos lo son, cada uno necesita más o menos atención en un campo u otro y se les ofrece la posibilidad de tenerlo.
    Se prima la individualidad del alumno, sus necesidades y sus ganas de aprender. Sería estupendo que se llevase a cabo en más colegios, aunque igual al cambiar el ámbito social del colegio no tendría resultados tan satisfactorios.
    Clara Salamanca

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