jueves, 18 de noviembre de 2010

es diferente y es bueno...es creativo!

Necesitamos expresar nuestras ideas de una u otra forma. En el caso de la infancia, la creatividad no es sólo una manera de expresar los sentimientos o lo que piensan, sino que además es un mecanismo para conocer el mundo que los rodea.,..todo es nuevo, asi que…todo es posible.
Debido a esto, la creatividad infantil y adolescente, e incluso hasta la tercera edad por lo menos, es fundamental en el desarrollo y aprendizaje, y debe ser estimulada. Pero cómo estimular la imaginación?...y…¿Cómo estimularnos a nosotros mismos como adultos y como docentes?. Bueno, esto segundo es mas complicado, pero lo propuesto a continuación es valido tambien para los adultos (¿niños grandes?)…¡nunca es tarde!.
¿Qué es la creatividad?¿Por qué es importante estimular la creatividad de los niños?
Los psicólogos cognitivos y las 100000 entradas que podemos consultar en internet, consideran a la creatividad como la habilidad para solucionar problemas de múltiples formas y se desarrolla desde edades muy tempranas. Todos los seres humanos nacemos con el potencial creativo; la creatividad no es privilegio sólo de músicos, pintores, escritores o artistas de renombre, podemos ser creativos en todos los ámbitos de nuestras vidas.
Desarrollarla permitirá a los niños razonar, cuestionar, encontrar soluciones novedosas frente a los problemas cotidianos. ¿Cómo son las personas creativas? ¿Cómo ser creativos? 

Ser capaces de producir muchas ideas con respecto a un tema

Muchas veces los docentes se preocupan más en que el alumnado alcance mas objetivos en la escuela, sin saber que para que adquieran un aprendizaje óptimo a nivel académico, debemos despertar en él la curiosidad, el ingenio para aprender y resolver nuevos problemas. Aprender a aprender .¿Cómo se logra esto? Incentivando en su manera de plantearse sus metas la imaginación; esto no les va a costar mucho, pues ellos por naturaleza son más curiosos y creativos, preguntan y cuestionan en todo momento sobre el sentido y la utilidad de las cosas. Por ejemplo, en edades tempranas, entre los 3 y 10 años se les puede formular preguntas como ¿Qué parecidos podemos encontrar entre un televisor y un gato? ¿Qué pasaría si todas las personas tuvieran cuatro brazos? De esta manera, se empieza a desarrollar su potencial creativo,  que utilicen su imaginación y encuentren múltiples respuestas a una pregunta, aquí no existen respuestas buenas o malas, lo que importa es que se les permita expresar o lanzar muchas ideas a partir de un tema; pero el docente tambien tiene que abrir su mente para acoger respuestas no esperadas pero asimismo validas.

Atrevernos a equivocarnos

Los adultos generalmente tenemos miedo a equivocarnos, es un temor aprendido, puesto que no sucede lo mismo en los niños, ellos están dispuestos a realizar muchas preguntas y hallar respuestas que no necesariamente son las correctas. Lo importante, es permitir que cometan errores, sólo así se constituirán nuevos aprendizajes. Los grandes descubrimientos y avances tecnológicos se han logrado a partir de muchos intentos y errores previos, porque las personas creativas se atreven a hacerlo.

Crear historias a partir de dos palabras que no guardan relación

Una estrategia que estimula mucho la creatividad es inventar o crear historias a partir de dos palabras que no guardan relación aparente; podemos invitar al niño a escoger dos palabras para luego relacionarlas mediante una historia o una frase; el resultado será la creación de historias ingeniosas, que estimularán en todo momento la imaginación del niño, de paso estaremos incentivado en la capacidad de comprensión, abstracción y expresión verbal. Bueno, en fin, todos hemos escuchado boquiabiertos a Moncho Borrajo en directo mientras pensabamos interiormente…vaya derroche de imaginación y de  rapidez mental… También se puede hacer que el niño encuentre la semejanza entre dos objetos o conceptos aparentemente distantes. Aprender a relacionar empieza a cohesionar todos los conocimientos  y a tener una percepción global del entorno y a conformar una vision critica.

Establecer límites al niño ayuda a estimular la creatividad

Para estimular la creatividad en los niños, es recomendable establecer límites, por ejemplo, si se le pide a un niño que realice un dibujo, probablemente él nos pregunte ¿ y qué dibujo?, a través de esta pregunta el niño nos está pidiendo ayuda para iniciar el despliegue de su imaginación, lo recomendable no es sugerirle cosas concretas, sino darle ideas o estímulos disparadores que permitan al niño generar sus propias ideas, esto ayuda a resolver el problema de quedarnos con “la mente en blanco” cuando no se nos ocurre nada. Por ejemplo, puede sugerirle al niño que invente un animal y lo dibuje, un personaje nuevo o una situación. ¿ esto ya es abstracción, verdad?.

Los intereses propios como incentivos…itinerario personalizado

Conociendo los intereses personales  de los niños, podemos estimular la creatividad haciendo uso de esos intereses, por ejemplo si sabemos que al niño le agrada la actuación, podemos hacer que represente a un doctor o a su animal preferido, si le gusta la danza, podríamos sugerirle para que invente coreografías o nuevos pasos de baile, si lo que le llama la atención es la lectura o los cuentos, podemos animarlo a que cambie el final de una historia o que invente un cuento a partir de un personaje, una palabra u objeto que vea..Asi que, las posibilidades son enormes….y las posibilidades que ellos revierten, infinitas.

Robert J. Sternberg  psicólogo estadounidense por Yale.  Entre sus principales investigaciones se encuentran las relacionadas a la inteligencia, la creatividad, el amor, el odio, y la sabiduría.
Diego Parra Duque, psicólogo especialista en el tema de creatividad.

Por  José Manuel López

1 comentario:

  1. Me parece muy interesante el tema de la creatividad, y creo que has dado con uno de los puntos clave: la infancia. Si estas didácticas no se utilizan desde temprana edad, en la adolescencia (que es nuestro caso) el esfuerzo por imaginar se hace mayor, que no imposible. El problema es reprogramar toda la serie de hábitos y conductas erróneas que se han ido acumulando, lo que obliga, en la mayoría de las ocasiones a dejar de un lado el currículum establecido, para poder trabajar aspectos emotivo-cognoscitivos que en teoría, tendrían que estar asimilados.

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